¿Por qué defendemos la vida?

En la Constitución de 1991, los constituyentes nos inclinamos en una férrea protección al derecho a la vida, la cual se convertiría en piedra angular de nuestra carta política.

Se logró una Constitución de vanguardia y ligada directamente al Pacto Interamericano de Derechos Humanos que plantea que “toda persona tiene derecho a que se respete su vida. Este derecho estará protegido por la ley y, en general, a partir del momento de la concepción. Nadie puede ser privado de la vida arbitrariamente”.

Sin embargo, algunos colectivos de abogados plantearon la necesidad de quebrantar el derecho a la vida y sobreponer un inexistente derecho al aborto. Ante eso, en el 2006 la Corte Constitucional, violando la cosa juzgada y el mandato que se le dio, estableció un sistema de causales que le permitía a la mujer abortar cuando se encontrara en ciertas condiciones, destruyendo el principio fundamental del Estado colombiano que es el respeto a la vida.

En los últimos 15 años, colectivos pro aborto, han seguido presionando a la Corte, al punto de reducir al bebé que está por nacer a “valor constitucionalmente relevante”, es decir que su vida humana no tenga algún derecho.

En las próximas semanas, la misma Corte decidirá dos demandas que tratan de despenalizar totalmente el aborto en Colombia. Frente a eso, junto a la Representante Ánglea Sanchez radicamos el año pasado un concepto con la finalidad de evitar que esto suceda.

Levanto mi voz porque estoy convencida de que como legisladora, madre, esposa, abuela y mujer, el camino que debemos tomar es el de la defensa de la vida, porque:

1. Nadie es menos humano por no ser deseado. Los bebés que están por nacer no deberían ser discriminados por cómo fueron concebidos. Se trata de seres inocentes que no tienen la culpa de los hechos externos que dieron origen a su existencia.

2. No se amplían derechos descartando personas. La defensa de la vida debe hacerse desde que existe una vida humana.

3. El derecho fundamental es a la vida, no a terminar con ella. Concebir el aborto como un derecho fundamental y absoluto va en contra del fundamento de cualquier sociedad: la protección de la existencia humana.

Desde el 89 hemos levantado nuestra voz por los que no tienen voz, hemos defendido la vida desde su concepción, hemos defendido las causas de la mujer en condición vulnerable y la hemos protegido de la violencia y el abuso.

La defensa de la vida es uno de nuestros pilares ideológicos. Por eso no callaremos, y te invitamos a que sumes tu voz.